Terapias contextuales - Clínica Sagitta

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Terapias Contextuales
Transforma tu vida a través de la aceptación y el compromiso
¿Qué son las Terapias Contextuales?

Las terapias contextuales se asientan en el contextualismo funcional donde, a diferencia de otros enfoques, la conducta se entiende como un todo (individuo que piensa, siente y hace) frente a un contexto con el que interactúa y en el que también se hace presente su historia. Además, este enfoque clínico ha demostrado científicamente que supera las limitaciones de otros anteriores.

Lo importante es identificar la función que cumple la conducta que resulta disfuncional, es decir, ¿Para qué una persona hace lo que hace si no le viene bien?.

Nuestro bienestar psicológico depende de esta identificación y del trabajo que se lleve a cabo, por ello, estas terapias basan su guía de trabajo en el análisis funcional de la conducta, el cual hace que la terapia sea de calidad y se centre en unos objetivos clínicos que se ajustan a cada persona.

En otras palabras, evaluamos tus comportamientos y establecemos de manera conjunta los objetivos que necesitas.
Terapias contextuales

  1. Terapia de Aceptación y Compromiso
  2. Psicoterapia Analítico Funcional
  3. Terapia de Activación Conductual
  4. Terapia Dialéctico Conductual
  5. Terapia Integral Conductual de Pareja
  6. Mindfulness
1.- Terapia de Aceptación y Compromiso:

La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es una terapia conductual y contextual desarrollada por Steven Hayes y sus colegas en los años 90 (Hayes et al., 1999), se basa en el contextualismo funcional como filosofía y la teoría del marco relacional para comprender la conducta humana (Hayes et al., 1999). Los dos objetivos fundamentales de ACT son, disminuir el control que el lenguaje y los sucesos privados tienen sobre la conducta y, aumentar los comportamientos valiosos que favorecen la vinculación con otras personas (Hayes et al., 2015).

El trastorno de evitación experiencial (TEE) es un patrón conductual que produce un gran sufrimiento en las personas y, por ello, está en la base de cualquier problema psicológico. El TEE tiene lugar cuando una persona no está dispuesta a establecer contacto con sus experiencias privadas (pensamientos, emociones, sensaciones corporales, recuerdos, etc.) y se comporta deliberadamente para alterar, tanto la forma o frecuencia de tales experiencias, como las condiciones que las generan. Aunque este patrón comportamental pueda resultar aparentemente efectivo a corto plazo puesto que puede reducir o eliminar temporalmente el malestar y, por tanto, refuerza la estrategia utilizada, si se convierte en crónico llega a producir una limitación en la vida personal (Hayes  et al., 1996; Luciano y Hayes, 2001).

En Sagitta trabajamos para liberarte de este patrón y para ayudarte a construir uno alternativo, más flexible ante el malestar, que te permita recuperar el rumbo y significado de tu vida.
2.- Psicoterapia Analítico Funcional

La Psicoterapia Analítico Funcional (FAP, por sus siglas en inglés) es un enfoque de terapia conductual que se centra en el comportamiento del cliente en el contexto de la relación terapéutica. La FAP se basa en la idea de que los problemas personales se manifiestan en las interacciones cotidianas y, por lo tanto, pueden ser abordados directamente en el marco de la relación entre el terapeuta y el cliente.

El terapeuta observa y analiza los comportamientos del cliente que emergen durante la sesión que reflejan problemas en su vida diaria y utiliza la relación terapéutica como un espacio seguro para fomentar cambios.

A través de interacciones auténticas y significativas, la FAP busca ayudar al cliente a desarrollar comportamientos más efectivos y reforzar los cambios positivos dentro y fuera de la terapia.
3.- Terapia de Activación Conductual

La Terapia de Activación Conductual es un enfoque terapéutico utilizado principalmente para tratar la depresión. Se basa en la idea de que la inactividad y el aislamiento pueden empeorar los síntomas depresivos. La terapia se centra en ayudar a las personas a reanudar actividades que les resulten significativas o placenteras, con el objetivo de romper el ciclo de evitación y pasividad que alimenta la depresión.

El proceso implica identificar actividades que el paciente ha dejado de hacer debido a la depresión y, poco a poco, reintroducirlas en su vida diaria. Al involucrarse en estas actividades, se busca mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas depresivos. Es una terapia práctica y orientada a la acción, que se centra en el presente y en cambios concretos de comportamiento.
4.- Terapia Dialéctico Conductual

La Terapia Dialéctico Conductual (TDC) es un enfoque terapéutico desarrollado inicialmente para tratar el trastorno límite de la personalidad (TLP), pero también es eficaz para otros trastornos emocionales. Combina técnicas de la terapia cognitivo-conductual (TCC) con principios de aceptación y mindfulness.

La TDC se basa en la idea de que las personas con dificultades emocionales extremas a menudo experimentan emociones intensas que son difíciles de regular. La terapia enseña habilidades para manejar estas emociones de manera efectiva, mejorar las relaciones interpersonales, y reducir conductas autodestructivas.

La "dialéctica" en el nombre se refiere a la búsqueda de un equilibrio entre dos conceptos aparentemente opuestos: la aceptación de la persona tal como es y el esfuerzo por cambiar.
5.- Terapia Integral Conductual de Pareja

La Terapia Integral Conductual de Pareja (TICP) es un enfoque terapéutico diseñado para ayudar a parejas a mejorar su relación mediante la aceptación mutua y el cambio conductual. Esta terapia combina elementos de la terapia cognitivo-conductual tradicional con estrategias de aceptación y mindfulness.

La TICP parte de la idea de que muchos conflictos en las relaciones de pareja se deben a intentos fallidos de cambiar al otro, lo que genera frustración y resentimiento. En lugar de centrarse únicamente en modificar comportamientos problemáticos, esta terapia también trabaja en la aceptación de las diferencias inevitables entre los miembros de la pareja.

La TICP es especialmente útil para parejas que enfrentan conflictos recurrentes o que desean mejorar su relación a largo plazo mediante un enfoque equilibrado que combina aceptación y cambio.
6.-  Mindfulness

El mindfulness, o atención plena, es una práctica que consiste en prestar atención de manera consciente y sin juicio al momento presente. Se trata de estar completamente presente y consciente de lo que ocurre dentro de uno mismo (pensamientos, emociones, sensaciones corporales) y en el entorno, en lugar de estar atrapado en el pasado o preocupado por el futuro.

La práctica de mindfulness se puede aplicar a cualquier actividad diaria, como comer, caminar o respirar.

Mindfulness se utiliza ampliamente en terapias psicológicas para ayudar a las personas a manejar el estrés, la ansiedad, la depresión, y mejorar su bienestar general. Es una herramienta poderosa para mejorar la conciencia emocional y reducir el sufrimiento emocional.
Este conjunto de terapias permite abordar, de manera exclusiva y eficaz, cualquier problemática psicológica como:

  • Ansiedad
  • Fobia social
  • Trastorno obsesivo compulsivo
  • Trastorno de pánico
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Depresión
  • Apatía
  • Sensación de vacío
  • Dependencia emocional
  • Ruptura de pareja
  • Duelo
  • Falta de autoestima e inseguridad
  • Trastornos de la personalidad
  • Trastornos de la conducta  alimentaria
  • Problemas existenciales (pérdida de rumbo en la vida o de identidad)
  • Problemas de pareja
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